Sólo tengo 3 años y mi vida es algo complicada, para mis papás también porque tengo una condición de la que se habla muy poco: soy un niño AD (Alta Demanda) y NAS (Niño de Alta Sensibilidad),afortunadamente mis papás investigan y están aprendiendo a guiarme de la mejor manera, lo difícil es que aún con la información que reúnen es muy complicado entenderme y también es difícil que las demás personas entiendan mi condición, no soy berrinchudo, no soy mal criado, ni chantagista, no necesito unas nalgadas para entender, no les estoy tomando la medida a mis papás, ni mucho menos soy mañoso; tengo tres años ni siquiera controlo bien mis emociones es mas aún no sé cómo expresarme, ni entiendo lo que estoy sintiendo,mucho menos voy a entender todos esos calificativos que la gente me pone y a mis papás. Solo se que soy una montaña rusa de emociones, que parece que nunca estoy satisfecho, conmigo todo es extremo: o todo está mal o todo es maravilloso. Lloro intensamente y puedo hacerlo por horas aunque todas mis necesidades estén completas y nada me calma, pero también río con toda la felicidad que existe en el mundo, es decir, que todo lo que hago lo hago y lo vivo con mucha intensidad, duermo poco y soy agotador. No soporto separarme de mi figura de apego, como mucho y mis papás son criticados constantemente porque a mis tres años aún tomo pecho, pero ese es uno de mis mayores consuelos. Soy hipersensible a ruidos, olores y todo estímulo ambiental; ese ruido de la licuadora o el taladro que para ti son normales yo los escucho mil veces más fuerte y me ponen muy ansioso, el aire me lastima los ojos y mis oídos, el helado lo siento tan frío como si estuviera en el polo norte sin ropa, por eso pido que me lo calienten para comérmelo, las etiquetas de la ropa y la tela rígida me lastiman, no me gusta la ropa interior porque es muy incómoda y aunque no lo creas la sensación cuando me cortan las uñas o me ponen shampoo es realmente molesta.
Es muy incómodo cuando los demás me sobreestimulan por ejemplo cuando me quieren obligar a que les diga mi nombre, mi edad, que salude o responda a alguien, que conteste el teléfono, cuando me preguntan el nombre de algún dinosaurio, cuando todos me hablan al mismo tiempo o cuando festejan efusivamente porque estoy comiendo (solo es comida ¿por qué les causa tanta emoción verme comer?) en verdad es muy incomodo para mí. Salir a veces es una tortura, demasiado ruido, demasiado aire, demasiado sol, demasiada gente, demasiado de todo y de ir a una fiesta o a una reunión ni pensarlo y si vamos seguro seremos los últimos en llegar y los primeros en irnos, ya que debido a mi alta sensibilidad me pongo muy nervioso y no la pasó nada bien.
Si mi hijo de 3 años expresara lo que piensa y siente claramente, seguro estás serían sus palabras.
Yo desconocía los términos Alta Demanda y PAS jamás había escuchado de ellos pero desde el segundo día de Kalel en este mundo supe que era diferente, todavía en el hospital una linda enfermera después de escucharlo llorar con tal intensidad y por un gran rato teniendo cubiertas todas sus necesidades, me dijo “madrecita, me temo que su niño es de alta demanda”, “claro todos los niños son demandantes” pensé sin decir una palabra; dos meses después, en su revisión con la pediatra, al describirle la conducta de Kalel nos dijo “es que es un bebé de alta demanda” y seguimos sin decir nada y pensé lo mismo que la primera vez, gran error el mío creer que alta demanda y demandante era lo mismo y así pasaron los meses, durmiendo poco, rogando un descanso, un respiro, sintiendo que no lo hacíamos bien, pensando que la maternidad no era para mi y que le estaba arruinando la vida a mi hijo por no saber que hacer, por ser una mala madre y así sobrevivimos hasta que trabajando en un tema sobre crianza leí por primera vez el término Alta Demanda y entonces sentí como si el cielo hubiera iluminado mi existencia: “quien escribió esto conoce perfectamente a Kalel” pensé; a partir de ese día todo cambio entendimos que no éramos malos padres y comenzamos a investigar y a trabajar para guiarlo de la mejor manera.
Soy psicóloga, mamá de un AD y NAS y también soy AD y PAS así que a veces la casa es un caos en todos los sentidos y un torbellino de emociones.
Desde este lado te platico un poco de lo que como padres vivimos, te podría decir que tenemos miedo, miedo a movernos en la cama y que se despierte ya que el mínimo movimiento lo hace, miedo a hacer el mínimo ruido durante su siesta, miedo a agarrar el juguete que él no quiere que agarremos, miedo a que grite, miedo a que se enoje en cualquier momento, miedo a no adivinar lo que quiere o lo que está pensando.
¿Te parece exagerado? Pues estas son tan solo algunas de las situaciones a las que se enfrenta un niño y sus papás de Alta Demanda, NAS y PAS.
Él es mágico como su aparición en este mundo y su llegada a él. Agradezco infinitamente al universo el permitirme experimentar una maternidad tan bella donde puedo vivir el amor al 1000 donde se de sobra que mi hijo me dejará abrazarlo y besarlo las veces que quiera, somos muy afortunados de tener la gran misión de guiar a un ser extraordinario para que su futuro sea maravilloso.
Solo quisimos compartir con ustedes un poco de lo que vivimos para que sepan que no están solos y que este es un proceso en el que con el apoyo indicado lograrán lo mejor para su familia.
Jessica Rubio Reali
Lic. En Psicología y Mtra. en Educación
Email: jessrubio.reali@gmail.com